martes, 27 de abril de 2010

Sbig-St4: avería solucionada

Es normal que con el uso cualquier aparato electrónico sufra el desgaste de alguno de sus componentes, que, dicho sea de paso, tienen una vida útil en algunos casos larga y en otros corta, la calidad de fabricación influye y mucho.
Como relaté en un apartado anterior, poseo una Santa Bárbara Sbig St4 desde hace unos años, rondando la edad real del aparato los 20 años con una vida vida "nocturna" e intensa, así que ya le tocaba que se le rompiera algo, y así fué.
La avería consiste en que tras un período de alrededor de 5 minutos, la St4 se apagaba súbitamente y, transcurridos varios minutos volvía a encenderse y así sucesivamente hasta que ya no encendía, tras comprobar la ausencia de roturas en el cable de alimentación y descartar que el fallo proveniera de aquí, no me quedó más remedio que abrir la consola y buscar la avería, tras unas comprobaciones, di con el componente averiado, se trataba del puente rectificador, que consta de 4 diodos, en este caso vienen encapsulados, lo más probable es que debido al uso y la antiguedad alguno de los diodos se averiara impidiendo el funcionamiento de conjunto del mismo,



permitiendo el paso de la corriente intermitentemente, la avería estaba localizada, no obstante decidí echar un vistazo al resto del circuito, examiné los Mosfets, que suelen suelen calentarse en exceso y por esto suelen estar montados sobre un zócalo de aluminio en contacto con el chasis del aparato a modo de radiador, por si puedieran estar a punto de averiarse, aunque funcionaban bien y ya que estaba pues decidí cambiarlos también.



El procedimiento es simple, con ayuda de un soldador de estaño y un pistón que se encarga de succionar el estaño, extraje y limpié los zócalos donde van alojados los componentes, luego para instalarlos sólo hay que aplicar un poco de estaño, cuidando siempre de alojar los nuevos componentes en la posición correcta y listos.
Sbig St4 como nueva.

jueves, 22 de abril de 2010

SBIG-ST4: Un gran avance en el autoguiado y un descanso para la vista



El autoguiado es una de las tareas más importantes a realizar durante las astrofotografías de larga exposición, éstas tomas deben ser cuanto más largas mejor, sobre todo en el caso de que el objeto a fotografiar sea una galaxia. La finalidad del proceso de autoguiado es la de corregir el seguimiento de la montura durante la exposición, de forma que el objeto de la astrofotografía permanezca siempre "inmóvil" (estrellas puntuales sin trazos), de lo contrario el error periódico de la montura podría dar al traste con las tomas, siendo éste el único error deseable de ser corregido, respecto a otros errores como una mala puesta en estación de la montura con respecto a la estrella polar a pesar de que el autoguiado podría corregirlo, introduciría otros errores en las tomas como la rotación de campo, por esto es fundamental una buena puesta en estación del equipo y así eliminar todo los errores posibles, dejando sólo el del error periódico, intrínseco de prácticamente todas las monturas ecuatoriales.
Para acometer esta tarea, básicamente, lo que se hace es apuntar a una estrella de referencia cercana (muy importante) al objeto que se esté "retratando", se precisa bien de una guía fuera de eje o bien de otro telescopio que llamaremos "Telescopio guía", la primera opción consiste en un prisma que desvía parte de la luz del campo fotográfico del tubo principal, luego tendremos que buscar estrellas de guiado en dicho campo, esta tarea es bastante tediosa pero bastante económica además de ligera ya que una guía fuera de eje no es demasiado pesada, dentro de estas guías fuera de eje destacan las Lumicon Easy guider como las mejores del mercado por años, totalmente recomendables. Con respecto a la 2º opción , decir que es la más utilizada hoy en día debido a la mayor "libertad" y comodidad que ofrece a la hora de buscar la estrella candidata al guiado, requiere de otro tubo guía de focal no muy diferente a la del tubo principal, anillas específicas para centrar el tubo guía, posiblemente una cola de milano y en casos especiales un tubo extensor, Este tubo guía puede ir encima del principal o en paralelo uno al lado del otro. El mayor inconveniente de esta opción, es el peso adicional que le añadimos a la montura y la posible aparición de las temidas flexiones entre estos dispositivos que a veces cuesta encontrarlas.
Antes de la aparición de la Sbig ST4, el autoguiado se realizaba de forma manual, es decir a cualquiera de las configuraciones antes citadas, añadimos un ocular reticulado iluminado (una diana o retículo sobrepuesto a la lente más próxima al ojo) y luego se trata de mantener en el centro la estrella guía usando bien los mandos de movimiento lentos de la montura o en el caso de que esté motorizada, usando el propio mando una velocidad adecuada. En este caso concreto se recomienda que la focal del tubo guía sea el doble de la del tubo principal o que por lo menos el ocular reticulado proporcione un aumento elevado, de esta forma obtendríamos mayor precisión en esta tarea.
Históricamente esta tarea fué siempre así hasta la aparición a finales de los '80 de un accesorio innovador, como lo fué la Sbig ST4, este dispositivo consta de una cámara con sensor ccd de tamaño de píxel grande (mayor a las 10 micras) monocromática y bastante sensible de 8 bits, una consola o CPU donde se incluyen un panel numérico + con pulsadores y un cable de salida que debe ir conectado en el puerto de autoguiado de la montura, así como otra salida para conectar la consola a cualquier ordenador que acepte puerto serie y así usar la ccd para obtener imágenes.
Para usar este dispositivo se requería puerto de autoguiado que reconociera el protocolo ST4, como resultado de una estrecha colaboración Celestron comenzó a incluir este puerto en sus monturas antes de la era de los gotos.
El funcionamiento de la Sbig St4 consiste en hacer el guiado de forma automática, emitiendo impulsos a la montura, manteniendo cualquier estrella guía centrada durante horas, sin duda su sparición fué un gran alivio ya que los aficionados que pudieron comprarla (muy cara), quedaron liberados de esta tediosa tarea.
La Sbig St4 realiza el guiado registrando el paso de la estrella guía por los píxeles de la ccd sabiendo en todo momento su situación y que impulsos debe darle a la montura para corregir su posición y devolver la estrella a su posición inicial. Sólo se requiere centrar una estrella dentro del pequeño campo del sensor ccd y enfocar.
El usuario puede usar y configurar varias opciones como controlar el tiempo de exposición, calibración de la montura (Determina la orientación de la ccd con respecto a la montura), ajuste dependiendo del seeing, Binning 3x3 (la suma de 3 píxeles cuadrados actúan como uno solo aumentando enormemente la sensibilidad), ajuste de Hystéresis, ajuste de ganancia, alarma (avisa de cualquier error en el guiado, como la súbita aparición de nubes y así poder parar una exposición a tiempo) etc...
A pesar de que hoy en día hay una mayor variedad de ccds y soluciones más cómodas, quedan usuarios por todo el mundo que siguen utilizándola, entre los que me incluyo, mi unidad en concreto es de 2º mano, salió de fábrica en el año 1992 y quizás fuera de las últimas unidades fabricadas, contiene la última versión de firmware 4x con más opciones y mejoras añadidas así como la última versión del cabezal ccd con menor ruido de lectura, valoro enormemente el tamaño de píxel que presenta, el hecho de que no requiera ordenador portátil para controlarla, quedando éste para otros menesteres y la comodidad de uso que presenta.
Hoy en dia es posible realizar el autoguiado incluso con una webcam con sensor ccd, respecto al software hay bastante gratuito, siendo las opciones y menús practicamente idénticas a las que presentó la Sbig-St4 hace casi 30 años, obteniéndose buenos resultados, pero en mi caso concreto no la cambio por nada.
Sbig comercializa hoy en dia una versión de la St4 mejorada con una ccd de tamaño de sensor mayor (mayor campo) pero menos sensible, una pantalla donde se ve en directo la posición de la estrella guía así como varias opciones y mejoras, su nombre Sbig STV, incluso han patentado el uso de doble sensor en sus cámaras, mientras uno captura, el otro guía, la forma de encontrar estrellas guías se realiza girando la ccd.
En pocas palabras, la Sbig St4 fué un gran invento que aún hoy en dia hace las delicias de los aficionados.

sábado, 10 de abril de 2010

Mis Inicios: Piletas y la Montaña de San Gregorio

La mayor parte de mis progresos en esta afición los he logrado durante el tiempo que llevo residiendo en la localidad de Vecindario, no obstante, mi aventura en esta ciencia se inició en otra localidad de Gran Canaria, más concretamente en el Barrio de Piletas, situado cerca de Tamaraceite, no hace falta decir que toda esta región y poblaciones colindantes tienen un elevado valor histórico, cultural y antropológico, adjunto un link al valioso e imprescindible blog de obligada lectura "Paseando por Tamaraceite" donde Esteban Santana Cabrera recopila la historia de esta magnífica región: http://unpaseoportamaraceite.blogspot.com
Desde niño me ví fascinado por las ciencias, más en concreto la Meteoroloía y en menor medida por la Astronomía al menos por el momento, pasaba las tardes vigilando y disfrutando con los tipos de nubes que osaban pasar por el cielo de Piletas, cuando aparecía alguna tormenta y los cúmulos congestus o cumulonimbos asociados. la fiesta era mayúscula. Todo este aprendizaje de las isobaras, interpretación de los mapas del tiempo así como el Jetstream me sirve hoy en día para interpretar el seeing atmosférico y sobre todo anticiparme a un posible cambio brusco del tiempo que pueda poner en peligro mis equipos.
La información la encontraba "asaltando" los libros y enciclopedias de familiares y conocidos (no existía Internet) recuerdo que comencé con la Meteorología con 9 años , a los 11 fabriqué un barometro casero partiendo de una sopladera (globo) que me indicaba los cambios bruscos de presión atmosférica, un pluviómetro, anemómetro rudimentarios, etc...y así estuve hasta los 13 años hasta que una tarde al poco de oscurecer se me ocurrió coger unos prismáticos que teníamos por casa (Kenko 10X50) y me puse a observar el firmamento sin sacar nada en claro, por lo menos en ese instante. Llegué por primera vez en mi vida de "ciencia" a un punto en el cual me atasqué por que no comprendía lo que veía (enorme desorden de estrellas) y por pura frustación abandoné momentáneamente la ciencia, a pesar de que , por lo menos al observar la luna por lo menos sabía lo que observaba, pero esto no me bastaba y era frustante el hecho de que no encontraba ningún libro ni información al respecto de ordenar ese desorden estelar hasta que prácticamente lo di por un caso perdido y me dediqué a otras cosas más propias de los niños de mi edad.
No obstante en el mes de Diciembre de 1995 volvió a reactivarse de nuevo la curiosidad (ciencia) y decidí ponerle orden o lógica a todo ese desorden estelar al precio que fuese y así pasé varias noches en la azotea de mi casa con los mismos Kenko 10X50 que aún conservaba y conservo, pero por más que observaba y me perdía en ese vacío estelar seguía sin comprender nada de lo que veía y tras dedicarle algunas noches me dije que eso era muy complicado para mí y que como no comprendía lo que observaba no le dedicaría más tiempo. Realmente estaba desilusionado. Pero unos días más tarde el destino me tenía una sorpresa preparada. Mientras cursaba 3º BUP en el Cairasco de Figueroa (Tamaraceite) una fría mañana de Diciembre de 1995, reparo en que se me olvidaron en casa unos ejercicios que se iban a corregir ese mismo día, así que no me quedó más remedio que sacrificar el descanso del recreo e irme a la biblioteca junto con algunos compañeros, donde el silencio sepulcral era su santo y seña. Los ejercicios no eran nada del otro mundo y en 10 minutos prácticamente estaban resueltos, una vez resueltos y mientras se sucedían las bromas risas entre los compañeros, presté atención a los libros que tenía en la estantería de enfrente, reparo en unos pocos clasificados como ciencias naturales pero apartados del resto, me refiero a que el orden de apilado de los libros en esa estantería en concreto era de izquierda a derecha y estos pocos libros estaban uno encima del otro en la parte contraria de la estantería, como si estorbaran o algo parecido, no pude resistir la curiosidad y me acerqué a ver por qué estaban apartados del resto, cuál fué mi sorpresa al ver que uno de esos libros se titulaba "Como observar el firmamento con prismáticos", no podía salir de mi asombro, era exactamente lo que buscaba naturalmente ese mismo día pedí prestado el libro en la biblioteca donde me cedieron el libro en préstamo sin problema alguno, el libro era una traducción al español de un conocido divulgador y Caballero Inglés llamado Sir Patrick Moore, donde explicaba además de conceptos generales acerca de las estrellas variables, dobles, etc... la clasificación de las estrellas más brillantes del cielo por constelaciones, sinceramente una joya, con la ayuda del libro ya comencé a ponerle forma a todo aquel caos de estrellas, para la nochebuena del '95 ya reconocía todas las constelaciones del cielo de Invierno, siendo la de Orión el cazador, la primera constelación que reconocí, pero tenía una limitación, la azotea de mi casa en el barrio de Piletas no disponía de mucho campo de visión, así que no me quedó más remedio que buscar un sitio con un cielo más abierto y poca contaminación lumínica, el lugar elegido: la cercana montaña de San Gregorio, en un principio siempre iba reclutando con éxito amigos y conocidos que tenía por aquellos años, pero hay que entender que a todo el mundo no le gusta esta afición y aunque al principio había mucho entusiasmo, se iban aburriendo poco a poco, algunos confundieron esta afición con el avistamiento de Ovnis y , lógicamente salieron decepcionados, entre tanto durante el transcurso de las semanas pude seguir reconociendo más estrellas y constelaciones con la ayuda de aquél magnífico libro y las buenas condiciones de transparencia que ofrecía por entonces el cielo de San Gregorio en los puntos más alejados de la civilización, sobre todo mirando hacia el sur donde lucían magníficas las constelaciones del Centauro y la esquiva cruz del sur, esta última de forma parcial, los planetas Júpiter y sus 4 lunas perfectamente visibles con los prismáticos (realmente tiene más de 20 satélites), Venus y sus fases, el escurridizo Mercurio inmediatamente tras anochecer, el rojizo Marte y Saturno aunque el anillo era invisible a mis modesto equipo . Poco me duró el "observatorio", lo que tardaron en cansarse los amigos y para ir yo solo pues no me arriesgaba, así que dejé de lado durante un tiempo los prismáticos, unos meses más tarde anunciaron por televisión que para la 2º semana de Abril del año 1996 sería visible el cometa Hyakutake, cerca de la estrella Arturo, todo un hito por lo cerca que pasaría de nuestro planeta, ya reconocía esa estrella y por este cometa volví a coger los prismáticos de nuevo y aguardé pacientemente a que se retiraran las nubes esa noche de máximo acercamiento que, para más señas era Viernes y, ciertamente fué todo un espectáculo, a simple vista se veía enorme con su brillante cabellera y su gran cola, no cabía en el campo de los prismáticos y se me quedó una huella que no me abandonaría nunca, esta era mi afición y decidí en ese momento dedicar bastante de mi tiempo libre a recopilar información y comprender los fenómenos y la mecánica celeste y, como no, en base a los conocimientos que había adquirido previamente, a comprender el clima de la zona, para poder decidir que días y qué condiciones eran más apropiados para observar, predecir la llegada de algún fenómeno adverso, etc. obteniendo conclusiones bastante interesantes del microclima de la zona. Unos meses más tarde allá por Junio de 1996 nos mudamos a la parte Sureste de la isla y aquí he seguido evolucionando en el aprendizaje esta ciencia, ahora mismo ya dispongo de varios telescopios, prismáticos gigantes, cámaras, etc....aunque de esto hablaré en otro capítulo. Pero jamás podré olvidar mis primeros pasos en la materia el tiempo que residí en el Barrio de Piletas.

Panorámica de la región de los Apeninos



La región del Sinus Aestum es bastante apreciada por los aficionados siendo una zona muy "fotogénica", la presencia de los escarpados Montes Apenninus ofrece un espectáculo sobrecogedor, no debería extrañarnos el hecho de que la Nasa decidiera enviar aquí una de sus misiones, concretamente la Apolo XV LM cuya misión principal fué la de activar unos sismógrafos instalados en la superficie. El sector elegido fué el Lacus Putredanis (lago de la putrefacción). Cerca de esta zona aterrizó la misión tripulada del mismo nombre en la región bautizada para la ocasión como "Apolo XV Base" sus 3 tripulantes llevaron a cabo varios experimentos interesantes como el dejar caer al mismo tiempo un apluma y un martillo en ausencia de atmósfera y demostrar que caen al mismo tiempo, instalaron varios aparatos de medida, registraron mediciones, recogieron rocas (ver foto del encabezado del blog), excavaron la superficie y se dieron un "paseo" lunar en un rover hasta la cercana Rima Hadley, alejándose hasta 5 kms de la base. Sin duda una región muy interesante.

Como no podía ser de otra forma, la región está flanqueada por varios cráteres de cierta entidad como Archímides, Autolycus, Erathóstenes y el semienterrado Wallace de los cuáles iré hablando en sucesivos aportes.